Cuando Samara Quiñones, residente de Hollywood, crecía en el Bronx, su madre soltera tenía dos trabajos para pagar el pequeño apartamento de la familia y la educación de sus hijos. Ella insistía en que asistieran a escuelas privadas para obtener lo que consideraba la mejor educación posible.

Entonces, su mamá leyó en el periódico sobre una escuela privada nueva en Harlem llamada Cristo Rey, una escuela para estudiantes de bajos ingresos con una forma única de financiar: un programa de práctica profesional que permite a los estudiantes ganar un sueldo para pagar su matrícula de escuela secundaria.

Quiñones solicitó, fue aceptada y se inscribió. Actualmente, 12 años más tarde, con 26 años de edad, tiene un grado de maestría y es consejera. Motiva a estudiantes de bajos recursos en el Sur de Florida de forma que ellos también puedan tener éxito. Está trabajando para que la escuela Cristo Rey venga a Miami.

“Cristo Rey me preparó no solo para la universidad y el ambiente de trabajo, sino también para la vida –dice Quiñones. Me enseñaron a estar siempre presente, a dar siempre el próximo paso y que a una oportunidad le siguen otras. Me enseñaron a ser siempre un modelo positivo a seguir; y aprendió a dar y a recibir”.

La escuela de Miami está programada para abrir en agosto de 2020, pero Quiñones y otras personas ya trabajan para difundir la información a estudiantes, padres y negocios de Miami que puedan ofrecer prácticas a los estudiantes de escuela secundaria. La ubicación de la escuela aún no ha sido decidida.

Cristo Rey es una red de escuelas católicas sin fines de lucro, que tiene 32 campus a nivel nacional, incluyendo uno en Tampa. Aunque las escuelas tienen un currículo religioso, los estudiantes no tienen que ser católicos para asistir mientras puedan trabajar legalmente en Estados Unidos y sus familias estén por debajo de cierto nivel de ingreso. Este se determina utilizando una fórmula que compara el ingreso del hogar con las estadísticas de la ciudad y nacionales, pero el ingreso familiar promedio para los estudiantes de Cristo Rey a nivel nacional es $35,000. La mayor parte de los estudiantes de Cristo Rey son hispanos y afroamericanos.

La escuela también se especializa en ayudar a estudiantes que están rezagados en sus estudios a mantenerse en las salas de estudio y a un currículo riguroso, de acuerdo con Rudy Cecchi, quien fue parte de la junta directiva de Cristo Rey en Nueva York y actualmente trabaja para establecer la escuela de Miami.

La matrícula de los estudiantes se paga a través de una combinación de sueldo por pasantía, vales o créditos fiscales, donativos privados y pagos realizados por las familias de los estudiantes. La contribución promedio familiar a nivel nacional es $1,000 anuales, pero los estudiantes no son rechazados en caso de no poder pagar, dice Cecchi.

Cristo Rey aboga y los ex alumnos promocionan el programa de pasantía, no solo como una fuente de financiamento sino también como una forma para que los niños de familias de bajos ingresos aprendan destrezas profesionales y se visualicen en trabajos que requieren grados universitarios. De acuerdo con la página de internet de Cristo Rey, el 90 por ciento de los ex alumnos de las escuelas se matriculan en universidad, una tasa 1.4 veces mayor que los graduados de escuela secundaria, de bajos ingresos, a nivel general.

Quiñones dice que, a través de su trabajo como consejera de Archbishop Curley-Notre Dame High School en Little Haiti, ha visto la necesidad de mentoría en los estudiantes de bajos ingresos, algo que Cristo Rey puede proveer.

“Cristo Rey me llevó a lo que soy hoy en día por la importancia de tener éxito y tener altas expectativas, y tener maestros que creían en nosotros, personal que creía en nosotros, tener un lugar de trabajo en en el se creía en nosotros”, dice. Los estudiantes de familias de bajos ingresos piensan que no tienen oportunidades. No creen en ellos mismos”.

Mientras Quiñones cursaba estudios en Cristo Rey, trabajaba en un importante bufete de abogados y compañía de inversiones en Nueva York: hacía fotocopias, preparaba presentaciones y tomaba minutas de las reuniones. Todos los estudiantes están en rotación, así que trabajan uno o dos días a la semana sin perder clases.

Varias personas importantes ya han expresado interés en ayudar a la escuela en Miami a comenzar y continuar funcionando. El ex gobernador Jeb Bush y su esposa han aceptado ser integrantes honorarios de la Junta Directiva y varias empresas han dicho que ofrecerán pasantías a los estudiantes. El equipo de Cristo Rey en Miami está trabajando para tener 35 compañías que se comprometan al programa de prácticas o pasantías antes de que la escuela abra sus puertas.

Joseph Fernández –presidente de operaciones de BNY Mellon en Florida, una compañía mundial de servicios de banca e inversiones– dice que planifica emplear algunos estudiantes como practicantes en las oficinas estatales en Miami, ubicadas en Brickell Avenue. El banco tuvo previamente a un estudiante universitario interno, que era graduado de Cristo Rey y, posteriormente, la integró al personal.

“Las personas han comentado en el pasado de la fuga de cerebros aquí, y sería maravilloso si podemos crear esta conexión donde las personas quieran quedarse y ver el valor de las diferentes industrias que tenemos aquí y hacer eso ayudando a personas jóvenes a enfrentar los retos del mundo de los negocios”, expresa.

Victor Mendelson, presidente de HEICO, Inc., una compañía aeroespacial y de electrónica con oficinas principales en Hollywood, dice estar también entusiasmado de que su compañía se una al programa profesional de Cristo Rey. Dice que él y su esposa donaron $10,000 a la escuela de Miami.

“Soy un judío, así que no es un asunto religioso, se trata de apoyar a las personas para que se ayuden a sí mismos”, dice Mendelson; y añade que el programa ayuda también a las empresas. “Creo que ofrece a las empresas personas jóvenes, ambiciosas, diligentes y serias para sumarlas a su fuerza de trabajo, personas que vienen de algún grado de adversidad, que no dan su trabajo por sentado”.

Cecchi dice que la escuela aspira a aceptar cerca de 125 estudiantes en su primera clase, resultando en una matrícula de 400 a 500 chicos en toda la escuela para 2024. Dice que la escuela de Miami probablemente tenga clases que se enseñen tanto en inglés como en español.

El equipo de Cristo Rey en Miami ya ha comenzado a encuestar a estudiantes y padres a través de los formularios distribuidos en inglés, español y creole para evaluar las necesidades de futuros estudiantes. El reclutamiento y matrícula oficial de los estudiantes comenzará en agosto de 2019. Los estudiantes que soliciten pasarán por una serie de entrevistas que servirán para evaluar su voluntad y balancear las demandas del trabajo escolar de Cristo Rey.

Samara Quiñones, alumna de Cristo Rey de Nueva York, con sus dos grados de college de St. Thomas University in Miami Gardens. Ella trabaja ahora para que la escuela Cristo Rey venga a Miami, a ayudar a otros que lo necesitan.

Fuente: https://www.elnuevoherald.com/