Este año muchos tendrán en su mente a Colombia por la película de Disney Encanto, que se estrenará en noviembre de 2021. El país sudamericano es conocido por su biodiversidad, bosques que no se encuentran en ningún lugar del mundo, la calidez de su gente, ser uno de los pocos lugares donde puede crecer cualquier tipo de planta de cualquier lugar del globo, etc.
Las cifras registradas por el país durante la pandemia han sido especialmente preocupantes: ocupa el décimo lugar dentro de los países del mundo con más contagios, la vacunación no ha avanzado al ritmo esperado, etc. Sí bien es cierto que la caída en el PIB durante 2020 fue igual al promedio de la región, el país nunca había experimentado una recesión tan fuerte, ni siquiera en 1.999.
Como en casi todos los países de la región, el mercado inmobiliario colombiano es muy dinámico. Uno de los ideales que más se inculca es ser propietario, no arrendatario. A pesar de la crisis económica, el sector ha tenido un boom durante el 2020. Desde hace más de dos años el gobierno creó subsidios para quienes deseen adquirir vivienda propia por primera vez, como un estímulo para incentivar no solamente el sector, sino el consumo en general.
Y los resultados saltan a la vista. El sector creció un 1.9% con 194.802 predios vendidos, de los cuales alrededor de 132.000 fueron de interés social. Desde hace más o menos unos cinco años hay una clara preferencia por este tipo de construcciones. Otro efecto positivo de la pandemia fue la digitalización del sector: ya existen hipotecas 100% virtuales, el avance del catastro múltipropósito es imparable (base de datos de los inmuebles del país), y el surgimiento del Proptech que permite visualizar las construcciones de forma totalmente digital.
A pesar del crecimiento del sector, persiste un déficit de 1,3 millones de hogares. Según las cifras publicadas por la Superintendencia Financiera desde mayo de 2002 hasta diciembre de 2020 hay una clara tendencia a la baja de los intereses de créditos para viviendas que no son de interés social, pasando de 16.02% a 9.48% efectivo anual. Caso contrario con los proyectos de interés social: en mayo de 2.002 el interés efectivo anual estaba en 10.62% y en diciembre de 2020 en 11.34%
Ese reporte también indicó que el año pasado se desembolsaron 1.328 préstamos para vivienda en todo el país. El número de créditos hipotecarios activos ronda el millón, y el Banco de la República redujo las tasas de interés de 4.25% a 1.75% en febrero de 2.021. Paralelamente, la tasa de interés para depósitos a término fijo pasó de 4.52% anual en 2.019 a 2.05% efectivo anual en agosto de 2.021.
Es decir, si usted va a comprar su primera casa este es el momento. Pero si su intención es invertir, hay factores que debe tener en cuenta. Al igual que muchos países de la región, Colombia también se ha visto afectada por olas de protesta, en este caso, desde 2.018. Aunque por ahora no se han presentado cambios tan profundos como en otras naciones, el descontento de la población con las instituciones es palpable.
La economía colombiana se caracterizó durante todo el siglo XX por ser muy estable. Mientras que en la región los ochentas fueron la década perdida, para Colombia no fue así. Y nunca se ha experimentado una inflación mayor al 30%, cuando los países vecinos alcanzaron tasas que rondaron el 1000%.
Pero las cosas podrían cambiar. Los recientes movimientos de la junta directiva del Banco de la República de Colombia han abierto la puerta ante una posible pérdida de independencia frente al ejecutivo. Ya sea por renuncias o fin del periodo de sus Codirectores, en febrero Iván Duque cambió a tres de los siete miembros de la junta y en agosto nombró a Alberto Carrasquilla, ex Ministro de Hacienda y protagonista del paro de 2021.
El común denominador de los nombramientos es la cercanía personal con el presidente: los nuevos codirectores han sido ex subalternos, hijos de subalternos o los une una estrecha amistad personal. Actualmente, el ejecutivo tiene influencia directa sobre seis de los siete miembros y no son pocas las voces que advierten sobre la peligrosa influencia. Argentinos y venezolanos lo saben muy bien.
Esto no quiere decir que Colombia se vaya a convertir en una mala opción o su economía vaya a colapsar. Invertir en finca raíz sigue siendo la elección más segura en donde poner su patrimonio, pero no la mejor si quiere aumentarlo. Durante los últimos años la valorización de las propiedades colombianas no supera el 7% en casi cualquier región, algo muy pobre en comparación con Miami donde la plusvalía anual está en promedio en 15%.
Las ventajas continúan de la capital del sol continúan. Las tasas bancarias no superan el 5% efectivo anual y es de sobra conocida la superioridad del sistema bancario estadounidense. El canon de arriendo colombiano no supera el 0.5% del valor total de la propiedad, y es necesario agregar los gastos de mantenimiento, comisiones, impuestos y seguros. En cambio, en Miami las propiedades se pueden pagar solas con el valor del arriendo.
Por último, es importante destacar las diferencias culturales de cada país. Hay muchos arrendatarios en Colombia que deliberadamente deciden no cumplir con sus obligaciones aprovechando las laxas legislaciones al respecto. Los miamenses, en cambio, son respetuosos de la ley y responsables con sus obligaciones, sumado al hecho de tener una legislación poco permisiva con los arrendatarios morosos.
En PFS Realty Group dada nuestra actividad inmobiliaria estamos enfocados en asesorar a aquellas personas y familias que están interesadas en realizar inversiones de este tipo en Miami, Orlando y el Sur de la Florida, llevamos más de veinte (20) años trabajando por y para ello, veinte (20) años que nos dan una especialidad en lo que hacemos, si usted quiere explorar oportunidades de inversión inmobiliaria, podemos programar una reunión, presencial o virtual, para ampliar esta información. Escríbanos a info@pfsrealty.kinsta.cloud y también visite nuestra página web www.pfsblog.kinsta.cloud para conocernos más
