Después de la tormenta viene la calma. O así se sienten los peruanos con la tendencia a la baja del precio del dólar. Después de haber alcanzado máximos históricos durante los últimos cinco meses, desde hace una semana ha comenzado a bajar. Hay varios factores que lo explican: cambios en el gabinete ministerial, ratificación del actual presidente del Banco Central de la Reserva del Perú, cambios en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, etc.

Pero ahora la pregunta del millón es: ¿cuánto tiempo durará esta situación?, ¿es flor de un día o una tendencia sostenida a lo largo del tiempo? Lo cierto es que los cambios en la moneda ha tenido efectos permanentes dentro del país como, por ejemplo, el setenta por ciento de los alquileres se paguen en dólares (antes era el cincuenta), los contratos nuevos incluyen cláusulas que fijan el tipo de cambio y los que aún se cobran en soles han aumentado para cubrir las diferencias del mercado.

La realidad es que el dólar tiene un comportamiento muy fluctuante en toda Latinoamérica. Los únicos países de la región en los que está al alza permanente son Argentina y Venezuela, para el resto el precio varía dependiendo de la política monetaria, alza de diferentes materias primas, calendario de elecciones de cargos públicos, independencia del emisor (Banco Central) frente al ejecutivo, etc.

El Perú tuvo el precio del dólar controlado hasta mediados de 2.013. Desde esa época ha mostrado una clara tendencia al alza, y a pesar de las pequeñas fluctuaciones no han alterado en nada el constante aumento de la divisa estadounidense. Obviamente no está ni de cerca a la situación que viven Venezuela o Argentina.

Aunque la recesión causada por la pandemia causó importantes estragos en el PIB peruano durante el 2020, la economía ha sabido recuperarse con un crecimiento proyectado del 10% para el 2021. Los expertos esperan un crecimiento de 5 por ciento para el siguiente lustro, demostrando una vez más la solidez de la economía.

Ahorrar en dólares no es una costumbre extraña en el país Inca. El sistema bancario trabaja con las dos monedas en paralelo, así que no es raro que los ciudadanos adquieran deudas o abran cuentas de ahorros con la divisa gringa. Pero el poder adquisitivo en el país no es igual al de los Estados Unidos. Ni tampoco el nivel salarial o el tamaño de la economía.

Todos los expertos coinciden en que no es conveniente pasar todos sus ahorros a dólares. Si tiene cuentas por pagar en soles, haciendo los respectivos cambios podría perder dinero en el proceso. También, a mayor demanda mayor precio. Por lo cual debe ser prudente a la hora de adquirir dólares. Y cómo siempre, debe definir un horizonte de tiempo para sus ahorros y un propósito con ellos. No es lo mismo ahorrar para el pago de deudas o ahorrar para realizar una inversión.

Todo depende de cómo se vea, puede ser una ventaja o una desventaja. Como en Latinoamérica en general, hay varios productos financieros en los que se puede invertir. Depende, también, de su perfil de riesgo y el cubrimiento que ofrezca de la inflación. Lo mejor es que puede ser en las dos monedas. Pero para los inversionistas profesionales no es algo tan atractivo: al fin y al cabo están rentando a niveles del sol y no de dólares, lo más importante en este momento.

A excepción de las cuentas de ahorros en dólares (el interés que están pagando es casi negativo), existen buenos productos financieros como fondos mutuos, inversiones en la bolsa de USA (las plataformas electrónicas aún tienen mucho espacio para crecer dentro del mercado) o incluso Bitcoin.

En tiempos de incertidumbre es necesario recurrir a las opciones más seguras del mercado. Como por ejemplo el mercado inmobiliario de Miami, Orlando y el Sur de la Florida. Las ventajas son evidentes: i) tener rentas en dólares derivadas de inversiones inmobiliarias en los niveles del primer mundo y no del tercero; ii) la valorización de las propiedades alcanzan niveles superiores al 10% anual, la cercanía geográfica de Miami y Perú; iii) la similaridad cultural; hacen esta opción como la más segura y mejor valorada del mercado.

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